Muchas personas no están en su lugar de origen, pero eso no es porque ellos no quieran si no porque hay personas que se van por gusto y otras que se van por hechos como guerras o falta de trabajo.
Por un lado, si el motivo es por preferencia o gusto de irse del país, siempre puedes acudir a ese país donde naciste y ni el gobierno ni nadie te va a obligar o favorecer tu regreso. Un ejemplo puede ser que alguien conozca una persona del extranjero y se quiera ir a vivir con ella, ese motivo no es por obligación o falta de trabajo y nunca te van a impedir la entrada al país donde naciste, pero no es necesaria la ayuda.
Por otro lado, si empieza una guerra o un conflicto el cual no estás protegido en tu país y tienes que intentar como sea, cambiarte de lugar para vivir seguro, por mucho que te guste tu vida allí o como es tu país, lo vas a tener que hacer para salvar tu vida y la de tu familia. Esto es el ejemplo de un exilio. Cernuda tuvo que irse de España por la Guerra Civil y recorrerse muchos países hasta que se quedó en México y él tenía añoranza a su país, pero por mucho que quisiera no podía volver.
Como conclusión, si el motivo de estar en el extranjero es por gusto o disfrute de otro país el Gobierno no debe favorecer, pero si la causa es algún problema que ocurra en tu propio país, eso si debería de tener ayuda del Gobierno.