
El matrimonio es una ceremonia que existe desde tiempos inmemorables, pero con el paso del tiempo, en algunas sociedades más avanzadas está perdiendo cierto prestigio, ya que a las personas les atrae mucho la idea de mantener intacta su «libertad».
Por un lado, aunque el matrimonio es un proceso clásico y típicamente predeterminado a seguir por una pareja, no siempre es motivo de alegría, quizá incluso haya causado más disgustos que alegrías a lo largo de la historia. Aunque, durante muchos años, se ha considerado la cúspide para una pareja, también se ha usado como método de negocio, en el que la mujer quedaba relega al papel de una mera moneda de cambio, o, sin irnos tan al extremo, un simple trámite más, para cumplir de cara a la sociedad. Igualmente, de sobra es conocido, que no todos los matrimonios son puro romance y felicidad constante, como lo pintan en las películas románticas, que tanto gustan, y más, teniendo en cuenta que, históricamente, ha supuesto más una atadura que un lazo para los cónyuges.
No obstante, hoy en día, la mayoría de las parejas tienen la suerte de casarse por voluntad propia, algunas tienden a hacer una ceremonia más reducida o un simple intercambio de alianzas, y otras, al revés, celebran por todo lo grande esta unión ‘para siempre’. Asimismo, por suerte, aunque no todos los países del mundo puedan presumir de ello, el matrimonio, por lo general, es hoy en día un acto libre, cada pareja decide lo que mejor le puede funcionar, según su dinámica vida, pero cada una decide libremente, recibiendo mucho menos impacto del estigma social y teniendo en cuenta que, si algo no funciona, pueden romper ese lazo porque el divorcio, que dejó de estar mal visto hace ya tiempo, le da la oportunidad de hacerlo.
En conclusión, para lo bueno o para lo malo, el amor y el matrimonio gozan cada vez de más libertad en la sociedad actual que vivimos, las parejas tienen la oportunidad y el derecho a la libre elección, mérito que, aunque ha sido arduo de obtener, desgraciadamente, aun no se da en todos los países del mundo, donde el matrimonio sigue siendo obligado para las mujeres, sin tener otra opción en sus vidas.
Realizado por Lucía Rivas Valderrama, de 2º de Bachillerato B