Ante la incógnita de qué debería hacer el gobierno para favorecer el regreso de las gentes que abandonaron el país, debemos tener en cuenta las razones de su huida ligada a la precariedad laboral que sufren los jóvenes hoy en día tras su formación quedando en paro aterrados de la inestabilidad que afecta incluso a sus familiares más cercanos.
Para comenzar, muchos recién graduados o jóvenes que siguen en formación piden un tiempo de aprendizaje en el extranjero para poder desempeñar una mejor labor cuando sean empleados y para tener mayores posibilidades de conseguir ese empleo. Contrario a todo lo que el gobierno podría esperar, estas personas al regresar a España, tras quedar asombrados por su estancia en el exterior, solo regresan para hacer las maletas otra vez, pero ahora de forma permanente. Hallando más oportunidades y estabilidad fuera de su país de origen, provocando una nueva «fuga de cerebros».
A continuación, también se debe resaltar el problema de las viviendas en España que retiene a muchos jóvenes de independizarse y conseguir establecerse absolutamente como ciudadanos competentes para esta sociedad. Irónicamente los gobiernos más que tratar de ofrecer abaratamiento y predilección por las viviendas a los jóvenes se las ofrece a extranjeros que están de paso y solo gastarán su dinero sin aportar verdaderamente al desarrollo y modernización del país.
En definitiva, creo que el gobierno debería reflexionar hacia dónde deben direccionarse esas ayudas. Antes que ofrecer dificultades en el avance de los jóvenes que llevarán el futuro del país, espantándolos y luego resintiendo sus perdidas, deberían ante todo administrar mejor los precios disparatados que siguen aumentando gradualmente en la actualidad y ofrecer más becas de trabajo a los recién graduados antes de que se les escapen de las manos.