La sociedad puede ser reconfortable o tu peor enemigo. Hay personas que disfrutan de la soledad, ahí es reconfortable. En cambio, cuando una persona experimenta la soledad sin voluntad, porque no tiene amigos o nadie a quién acudir, entonces ahí no es agradable. La sociedad cada vez más muestra que ser independiente, querer individualidad es algo sano y beneficioso. Sin embargo, la sociedad se refiere a la soledad elegida, a disfrutar de tu propia compañía.
Por un lado, observamos en las librerías numerosos libros de autoayuda que suelen tener temáticas como: “ámate tú primero”, “tener una vida saludable”, “si te hace feliz, ahí es”, “sanar para amar bien”, “elígete”, “disfrutar de tu compañía”. En este caso, la sociedad está influyendo, y lo hace de forma positiva, pues ahora es más consciente de la salud mental y del reflejo que tiene en ti mismo.
Por otro lado, podemos ver en los institutos, colegios, guarderías,… a chicos apartados en los recreos. Este tipo de soledad no es fomentada por la sociedad, al revés, intenta que desaparezca cada vez un poquito más. Esta es la soledad que no depende de ti mismo, sino de los valores de las personas que te rodean en ese ambiente.
En conclusión, la sociedad no fomenta la soldad de “sentirse solo, sin nadie”; sino la de estar a gusto con tu propia compañía.