El futuro de mi generación se encuentra ante un mar de dudas e incógnitas debido a las nuevas tecnologías y todas las repentinas adaptaciones al mundo digital, sumándole la automatización de todas las cosas cotidianas que esto supone.
Por un lado, nuestro futuro sí que parece tener peor condición que la generación de mis padres ya que la generación anterior a la suya fue la de la posguerra y debido a las penurias que pasaron nuestros abuelos lo proyectaron en sus hijos dándole una sobreprotección por lo que nosotros, que somos la descendencia de esa consecuencia de la posguerra, nos lo han dado todo siempre masticado por lo que nos cuesta más enfrentarnos a ciertas situaciones.
Por otro lado, la generación de mis padres no se enfrentó al gran problema y a su misma vez ventaja que es la tecnología. Pero a futuro van a tener más peso las consecuencias negativas, ya que la automatización de servicios está haciendo desaparecer muchos puestos de trabajo, aparte de la generación de vagos que está ocasionando.
En definitiva, a mi generación le espera un futuro más duro que a la generación de mis padres a consecuencia de todas las comodidades a las que estamos acostumbrados y el futuro tan confuso que se aproxima. Deberíamos empezar a concienciarnos de la suerte del contexto en el que hemos nacido y prepararnos para el futuro que nos espera.