El mundo que nos rodea, es un mundo complejo, distinto e inimaginable para muchos de nosotros, cosa que nos inquieta y nos fascina. Por ello, y para comprender mejor la raza humana, es necesario conocerlo en todos los aspectos y circunstancias que nos puede poner la vida, y por eso, es necesario viajar.
Por un lado, si el ser humano estuviera en un solo lugar durante toda su vida, únicamente se conocería a sí mismo bajo ese aspecto, el que viviera cada día en un contexto determinado. No sabría de lo que carece o de si es afortunado por lo que tiene, ya que no puede comparar sus vivencias en otras circunstancias. Creo que esto puede ser perjudicial para las personas, ya que al no conocer las circunstancias de los demás, por ejemplo, de las personas más necesitadas, no van a poder valorar lo que realmente poseen, ni ayudar a esos que más lo necesitan, generando una insensibilidad ante el resto de la humanidad. Este tipo de persona viviría, durante toda su vida, en una gran soledad sin saberlo, ya que, desgraciadamente, solo conoce una faceta de su vida.
Por otro lado, si el ser humano no conoce el resto del mundo, no le interesa verlo, estaría condenado a vivir en un mundo de ignorancia, ya que si se arriesgara a conocerlo, encontraría cosas fascinantes, como las distintas culturas y costumbres que tiene el planeta, cosas que, aunque son desagradables y tristes, son necesarias para concienciarnos, como las guerras entre países, que provocan la muerte de millones de personas inocentes o el hambre que azota al mundo.
En definitiva, creo que es imprescindible que el ser humano tenga conocimiento sobre el mundo que nos rodea, ya que eso nos ayuda a crear un planeta adaptado a las necesidades de cada una de las personas que vivimos en él, además, ayuda a crear una atmosfera apropiada para poder vivir todos en armonía. Viajar es necesario para conocerse, agradecer y valorar.
Realizado por Martina Bueno Jiménez, de 2º Bachillerato B