Existen hábitos de estudio que pueden ayudar a mejorar el rendimiento escolar de los alumnos
Teniendo en cuenta que los hábitos de estudio son conductas que se practican con regularidad con el objetivo de mejorar la capacidad para adquirir y consolidar conocimientos, aquí te dejamos algunos ejemplos que puedes emplear en tu rutina:
– Establecer un horario. Planifica tu horario a partir de las horas fijas, procurando aprovechar el tiempo libre.
– Descansar. Es importante que hagas pausas cortas para desconectar y recuperar energías.
– Estudiar en un espacio adecuado. Tener un lugar específico con las condiciones adecuadas para estudiar te permitirá concentrarte y rendir mejor.
– Evitar distracciones. Para estudiar, es necesario reducir las distracciones (móvil, televisión, etc.).
– Repasar regularmente. No es suficiente con estudiar un día, sino que hay que ir preparando para los exámenes diariamente.
Estas son algunas técnicas de estudio que puedes utilizar: Leer el tema, subrayar lo más importante, emplear reglas mnemotécnicas (iniciales de palabras, hacer un cuento/relato, etc.), resumir el texto, utilizar sinónimos de las palabras más complejas, hacer lectura en voz alta, hacer tus propios ejercicios o exámenes, asociar lo estudiado con una imagen y hacer mapas conceptuales (esquemas).
Aparte de esto, también tienes que saber que es esencial atender en clase y preguntar cualquier duda que tengas.
Estas técnicas que hemos citado anteriormente pueden ayudar a alumnos que tengan más dificultad estudiando o que desconozcan este tipo de estrategias.
Realizada por Pedro Molina Chamizo y Mónica Parra de los Santos, 3 ESO B